Técnicas para reducir al mínimo el dolor de la inyección por vacunas. Red Book 2012

Publicado en el Red Book: Informe 2012 del Comité sobre enfermedades infecciosas vigésimo novena edición 2012 de la American Academy of Pediatrics.

 

Manejo del dolor de la inyección

Un enfoque planificado para manejar al niño antes, durante y después de la vacunación es algo útil para los niños de cualquier edad. Se debe instruir a los padres sobre las técnicas para reducir el dolor o la angustia de la inyección. La preparación honesta y con empatía para las inyecciones es beneficiosa, usando palabras que expliquen sin evocar ansiedad, por ejemplo, «presión», «apretar» y «pinchazo» en lugar de «dolor» e «inyección». Si es posible, los padres deberían reconfortar a su hijo en lugar de sujetarlo. Se debe aconsejar a los padres que no amenacen a sus hijos con inyecciones ni las usen como castigo por un comportamiento inadecuado. Las técnicas para reducir el dolor al mínimo se pueden dividir en físicas, psicológicas y farmacológicas, Las combinaciones de técnicas son útiles. No se recomienda la administración preventiva de rutinaria de acetaminofeno (paracetamol).

Técnicas física para reducir al mínimo el dolor de la inyección

Se ha demostrado que el contacto piel con piel entre las madres y sus bebés reduce llanto y disminuye significativamente la frecuencia cardíaca durante los pinchazos en el talón. Además, el amamantamiento es una potente intervención analgésica para los recién nacidos durante las extracciones de sangre. El succionar un chupón sin alimentarse también podría tener propiedades analgésicas. Los bebés pueden mostrar un comportamiento de menor dolor cuando se los sostiene sobre el regazo de uno de los padres o de otro cuidador. Los niños más grandes pueden estar más cómodos sentándose en el regazo de uno de sus padres o en el borde de la camilla y abrazando a sus padres pecho con pecho mientras se administra la vacuna. Acariciar o acunar a un niño después de una inyección disminuye el llanto y otros comportamientos de dolor

La extremidad debe colocarse de forma que permita la relajación del músculo a ser inyectado. Para el deltoides, puede ser necesaria cierta flexión del brazo. Para el muslo anterolateral, puede ser útil cierto grado de rotación interna. Introducir rápidamente la aguja a través de la piel sin aspirar y aplicar rápidamente la inyección puede disminuir la incomodidad.

Si se van a administrar varias inyecciones, hacer que diferentes profesionales médicos las administren en forma simultánea en varios sitios (p. ej. muslos anterolaterales derecho e izquierdo) podría disminuir la ansiedad de la siguiente inyección. En esta circunstancia, uno de los padres o el tutor deben ayudar a reconfortar al niño. Puede ser útil darles a los niños un poco más grandes cierto grado de control permitiéndoles ciertas opciones para elegir el sitio de la inyección.

Técnicas psicológicas para reducir al mínimo el dolor de la inyección

Para los niños más pequeños, los padres pueden tranquilizar, acariciar y calmar al niño. Para niños más grandes, el comportamiento de los padres afecta el comportamiento del niño frente al dolor.

Las técnicas de humor y distracción tienden a reducir la angustia, mientras que si los padres en forma exagerada intentan tranquilizarlos, muestran preocupación o piden disculpas esto tiende a aumentar la angustia. Las técnicas de respiración y distracción, como por ejemplo «soplar el dolor para que se vaya», usar molinetes o pompas de jabón, contarles historias a los niños, leer libros o usar música, son eficaces. Las técnicas que involucran al niño en una fantasía o reformulan la experiencia usando la sugestión («amor mágico» o «interruptor del dolor») también son eficaces pero podrían requerir cierta capacitación.

Técnicas farmacológicas para reducir al mínimo el dolor de la inyección

Los agentes de aplicación tópica podrían reducir el dolor de la inyección. Se han evaluado anestésicos tópicos (p.ej., lidocaína/pilocaína) en ensayos clínicos aleatorizados controlados por placebo y han demostrado proporcionar alivio al dolor. Debido a que los anestésicos tópicos disponibles actualmente requieren de 30 a 60 minutos para proporcionar una anestesia adecuada, es necesaria la planificación, como por ejemplo aplicar la crema antes de la visita al consultorio o inmediatamente en cuanto llega. Es necesario realizar estudios adicionales sobre el uso de los agentes anestésicos locales para establecer mejor su seguridad y eficacia cuando se usan para manejar el dolor de la inyección y para asegurar que su uso no interfiera con la respuesta inmunitaria, particularmente con las inyecciones subcutáneas.  La administración oral de un volumen pequeño de una solución de sacarosa (azúcar común   del 25% al 75% (p. ej., disolviendo 1 paquete de azúcar en 10 mI de agua) o sumergiendo un chupón en una solución de sacarosa justo antes de la inyección reduce el tiempo de llanto en bebés menores de 6 meses de edad.

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Publicado en el Red Book: Informe 2012 del Comité sobre enfermedades infecciosas vigésimo novena edición 2012 de la American Academy of Pediatrics.

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